Las olas podrían darle la espalda a la orilla,
la arena podría escaparse en el viento,
las flores podrían cristalizarse en pimpollos
y sin embargo hacen una elección
recurrente de lo opuesto:
la vida.
Ciclan por curiosidad
avanzan con entusiasmo,
aún sabiendo
que van a dejar de ser
algún día
porque el sentido
no lo van a encontrar
antes ni después de
haber sido
todo lo que podían ser
ahora.
La naturaleza no se apura pero… ¿aún así todo lo logra?
Los procesos son perfectos, incluso inacabados. La obra no deja de ser obra por no estar terminada. Soy capaz de pasarme tres pueblos con el tema de la perseverancia y con esa actitud, vecina de la testarudez, matar la esencia de las ideas.
Hay cosas que mueren antes de estar listas para nacer. O nacen y un tiempo después sufren una muerte súbita o nacen muertas y resucitan un poco todos los días conforme aprenden a vivir. La desembocadura de la expresión vital es misteriosa y está muy en paz consigo misma. Con su promesa: el crecimiento. Y aunque no siempre la cumpla, pareciera no sentir culpa. Como si entendiera que, sin comas ni puntos finales, la historia sería demasiado chata.
La carta natal también es una promesa de crecimiento
Hay aspectos de mi carta que todavía no conozco. Habilidades, recursos, talentos, personalidades en estado de latencia.
Esos conjuntos, ocultos en mi cielo interior, suelo articularlos por necesidad. Frente a una situación determinada, desempolvo tales herramientas. Sin embargo, me hago esta pregunta muy seguido: ¿Qué pasaría si antes de estrujar la última gota de un relato me animo a intervenir el curso lógico de su arco narrativo?
De esa manera llegaría al otro lado de la orilla - donde quiera que eso sea - con un comodín de energía. Ciertos cambios demandan un volumen de vitalidad que si no está disponible, hasta la tierra prometida puede transformarse en la peor pesadilla.
Me agoto - y agoto todo lo que me rodea - por acumular. Retengo por si las dudas, porque tal vez me pueda servir, porque a lo mejor lo necesito más adelante. Esa es la necesidad instintiva de mi nodo sur en tauro.
Pero también hay una necesidad inteligente de lo taurino. Una versión capaz de autoabastecerse sin atragantarse de experiencias, de procesar los acontecimientos y separar aquello a lo que todavía le queda un changüí y se le podría “encontrar la vuelta” y lo que, de insistir, podría convertirse en una rotonda sin salida.
La cantidad de energía que toma explorar soluciones nuevas es la misma que se requiere para encontrar una salida de emergencia a esa rotonda cuando ya es demasiado tarde para salir por la entrada principal.
Hete aquí el temón de la temporada: la comprensión del kairós « momento oportuno o tiempo adecuado »
El muerto al pozo y el vivo al gozo
Escribí un posteo para Instagram que al final no publiqué y entre otras cosas muy plutonianas, escribí esto:
Hay visitas al inframundo que podrían haber sido un mail (si no me hubiese resistido tanto al cambio)
No niego en absoluto la crisis y sus oportunidades. Solo pienso si de verdad necesito llegar a ese estado para elegir algo diferente. Si realmente necesito agotar las cosas o podría prestar más atención a la alegría y vitalidad que me rodean con el objetivo de anticiparme al «momento adecuado» y de ese modo, tener tiempo para despedirme y hacer el duelo. Porque lo nefasto de esta filosofía vampírica es que:
Siempre tenés la ilusión, aunque no lo confieses, de que el asunto se reanime por obra de algún milagro. Y el corazón se te rompe cada vez que eso no sucede.
Finalmente, cuando pasa lo que iba a pasar, vos estás ahí, tomando la mano de la cosa moribunda que te negaste a abandonar y entonces te toca hacer todo junto: los papeles, la despedida, el duelo, pensar en lo que viene, sentirte feliz por ello, bla.
El inframundo es un lugar para ir de paseo pero no para alojarme. Al menos no mientras esté viva y tenga la chance de descubrir todo lo que puedo ser en términos concretos y eso abarca lo que no puedo ser ni lograr (ahora). No son excluyentes.
Soy una obra constantemente inacabada. Y eso mantiene viva a la promesa de mi carta y a mi - humana - en un permanente imperceptible movimiento. Una oscilación entre múltiples polaridades, algunas mencionadas más arriba pero para que tengas una idea más clara: pensá en todas las contradicciones de una persona. Justo a eso me refiero.
Esta temporada, el equilibrio entre lo taurino y lo escorpiano, la vida y la muerte, quizás encuentre su salida principal en el otro par de la cruz fija: lo leonino & lo acuariano. Necesitamos sentir el afecto y la admiración de quienes son importantes para nosotros pero también necesitamos ser auténticos, lo que significa incorporar el hábito de auditar lo que está vivo dentro de nosotros y nuestro alrededor para no entorpecer la promesa de la vida - y la carta.
Si le devolvemos al cuerpo la espontaneidad que le fue quitada por miedo a la pérdida, puede que este sepa cómo guiarnos en el éxodo: de la necesidad a la diversión.
“No te preguntes qué necesita el mundo. Pregúntate qué te hace sentir vivo y hazlo. Porque lo que el mundo necesita es más gente que se sienta viva.”
🌿 Temporada taurina en Urano
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Amé la cita de ‘pudo ser un mail si no me hubiera resistido tanto’. Resueno jaajaj
Abrazote Bar